Aunque lo que tenía que estar haciendo serian tartas a todo trapo, pensé que una vez llenas las estanterías cambiar la fachada iba a ser un engorro. Con lo cual primero me he puesto a cambiar las fachadas laterales. La principal me parece más fácil poderla cambiar después, las puertas se pueden quitar sin más problema.
Este es el resultado final. Ahora os cuento como lo he hecho.
Partí de una plantilla de imitación piedra que he comprado el otro día.
Teñí un bote de aguaplast, de los que ya vienen preparados para su uso. El tono es el que queramos de fondo porque luego matizaremos las piedras. Extendemos la pasta sobre la plantilla, que hemos colocado en la fachada, con una espatula. Retiramos la plantilla inmediatamente, si la dejamos secar nos llevamos todo. Repetimos el proceso hasta completar toda zona que queramos de piedra.
Una vez se haya secado el aguaplast matizamos las piedras dando distintos colores a cada una para que parezca más real.
Para completar el trabajo teñí distintas "maderas" de los manteles de los chinos, creo que son bambús en lugar de madera y los fui pegando en la fachada hasta obtener un resultado que me gustara. Por el momento doy por ternimadas las fachadas laterales.
En la principal ha estado el cristalero, pero creo que mañana tendré que arreglarlo pues el trabajo no me ha quedado muy fino. También pondré una balda en el escaparate pero la quiero de metacrilato y con la forma que tiene, creo que tardare en tenerla.
Aprovecho la entrada para contaros que el domingo lo pase genial. Vinieron las chicas a verme Mila, Marivi, Loly y su hija Alicia. Es de agradecer la visita, porque venir a verme es hacerse unos cuantos kilómetros unos 22 y encima tienen que engañar a un marido porque ninguna conduce.
Encima de venir Loly me trajo una tarta que como podéis ver ya tiene su sitio en mi confitería.
Trajeron más cositas pero esas ya eran a tamaño real y nos las comimos. Fue una tarde estupenda y espero que la podamos repetir pronto.
